La invención del saber, sentir y hacer de las alfareras Tseltales en Amatenango del Valle, Chiapas
Abstract
Las artesanías comunican, cuentan historias que convergen y “anidan” en ese “bello
objeto utilitario producido con las manos” como las describe Marta Turok (1988). Está claro
que cada artesanía puede dar cuenta de historias, saberes, emociones, aunado a que, al ser
elaboradas con recursos naturales locales, de manera intrínseca en la artesanía se plasma
conocimiento que tienen las alfareras sobre dichos recursos.
México se ha distinguido históricamente por la producción de artículos artesanales, cuyo
indicio de su existencia precolonial se evidencia actualmente con las importantes reliquias
guardadas en museos. En la mayoría de los casos, las artesanías de nuestro país provienen de pueblos originarios y son las mujeres quienes se encargan mayormente de su elaboración.
Ubicado en la región Altos de Chiapas, se encuentra el municipio de Amatenango del
Valle; hablantes de la lengua tseltal, las mujeres de dicho municipio se dedican al quehacer
artesanal, que aún continúa practicándose fuertemente.
La presente tesis es resultado y expresión del arduo trabajo de las compañeras alfareras
tseltales del grupo Jluchtik Wayuchintik (pintando sueños) y su servidora, Nancy. En el texto que leerán a continuación se analizan las prácticas socioculturales, políticas y vivenciales que han permitido a las alfareras tseltales una transformación de las problemáticas que han enfrentado y enfrentan en su cotidianidad.
La investigación se basa en un amplio marco teórico que aborda categorías del feminismo
comunitario (cuerpo, memoria, tiempo, espacio y movimiento) y de la economía feminista. Me resulta importante aclarar que esta última disciplina fue una de las razones para conocer a la Dra. Teresa Ramos, con quien planteamos a la economía feminista como enfoque de la investigación inicial. Posteriormente, derivado de las asesorías con la Dra. Eli Bartra tomé como perspectiva teórica al arte femenino. En el plano metodológico, para este trabajo recurrí a la investigación activista feminista. Así, usando cinco campos de acción del feminismo comunitario, revivimos la historia de Amatenango del Valle, así como la historia del proceso de creación del grupo Jluchtik Wayuchintik, con el fin de indagar dos procesos en los cuales puede observarse claramente la importancia de la memoria: el trabajo de las mujeres y las formas de crear estrategias ante conflictos ocurridos.