Abstract
La lluvia en el inmenso bosque de los alrededores caía de forma implacable; Leonor se revolvía inquieta entre los pliegues de su cama sin poder conciliar el anhelado sueño; la tela de su delicada bata de dormir se enrollaba a su alrededor poniéndola incómoda; si a eso le sumaba el tamaño de su enorme vientre y los movimientos firmes e incesantes de su inquilino temporal, descansar esa noche parecía una tarea prácticamente imposible.