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dc.contributor.authorDuran Ruiz, Claudia Azucena
dc.contributor.authorGonzalez Esquinca, Alma Rosa
dc.creatorDURAN RUIZ, CLAUDIA AZUCENA; 537021
dc.creatorGONZALEZ ESQUINCA, ALMA ROSA; 209974
dc.date.accessioned2025-02-21T17:33:22Z
dc.date.available2025-02-21T17:33:22Z
dc.date.issued2021
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/20.500.12753/5771
dc.descriptionLos insectos, al igual que todos los seres vivos, se encuentran expuestos a diversos factores como el calor, el frío, la lluvia, la sequía, la falta de alimento y, entre los más importantes, el ser un delicioso banquete para otros organismos. Por ello, tienen diversas estrategias para evitar a los depredadores: se desplazan, vuelan, saltan, tienen formas o colores semejantes a otros seres vivos (mimetismo), mandíbulas poderosas, espinas en el cuerpo, uñas lacerantes, e incluso “se hacen los muertos”. Y aunque estas habilidades funcionan, algunos insectos también se distinguen por tener una estrategia sorprendente: la defensa química. Ésta incluye la participación de pequeñas moléculas conocidas en el lenguaje científico como metabolitos secundarios. Estas moléculas son producidas por las plantas (y algunos otros organismos, como los hongos o los corales marinos) como defensa contra sus depredadores, y forman parte de la comunicación química de estas con su entorno.es_MX
dc.description.abstractLos insectos, al igual que todos los seres vivos, se encuentran expuestos a diversos factores como el calor, el frío, la lluvia, la sequía, la falta de alimento y, entre los más importantes, el ser un delicioso banquete para otros organismos. Por ello, tienen diversas estrategias para evitar a los depredadores: se desplazan, vuelan, saltan, tienen formas o colores semejantes a otros seres vivos (mimetismo), mandíbulas poderosas, espinas en el cuerpo, uñas lacerantes, e incluso “se hacen los muertos”. Y aunque estas habilidades funcionan, algunos insectos también se distinguen por tener una estrategia sorprendente: la defensa química. Ésta incluye la participación de pequeñas moléculas conocidas en el lenguaje científico como metabolitos secundarios. Estas moléculas son producidas por las plantas (y algunos otros organismos, como los hongos o los corales marinos) como defensa contra sus depredadores, y forman parte de la comunicación química de estas con su entorno.
dc.formatpdfes_MX
dc.language.isospaes_MX
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0es_MX
dc.subjectInsectoses_MX
dc.subjectMetabolitoses_MX
dc.subjectMoléculas tóxicases_MX
dc.subjectAnimales depredadoreses_MX
dc.subjectToxicidades_MX
dc.subject.classificationBIOLOGÍA Y QUÍMICA::CIENCIAS DE LA VIDA::BIOLOGÍA DE INSECTOS (ENTOMOLOGÍA)es_MX
dc.titleEl arma secreta de los insectoses_MX
dc.typeArtículoes_MX
dc.identificator2||24||2413es_MX
dc.audiencegeneralPublices_MX
dc.rights.accessopenAccesses_MX
dc.type.conacytarticlees_MX


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