La puerta de enfrente
Resumen
La vida de Manzi Gregory se vio marcada por un suceso original, pero a la vez terrible: nació un dos de noviembre. El día en que los muertos son convocados de sus tumbas y en el que cobran vida eterna: “Mientras los estemos recordando nunca van a morir”, aseguran los parientes de los difuntos. Les preparan tamales, café con tequila y los canonizan erigiéndoles un altar de flores (de preferencia sempual y mariposas blancas), y veladoras de vaso de vidrio y veladoras de papel con la imagen de la Virgen de Guadalupe. Al frente de todo esto, colocan una fotografía del ausente. Este ritual es para rendirle culto a la muerte y para que el muertito no se sienta desatendido, ni olvidado y menos recuerde que ya no es parte de este mundo...