La libertad bajo asedio, la Covid 19 desde el encierro
Resumen
Los valores dominantes en el mundo actual tienen una enorme deuda con la
revolución francesa de 1789. En aquel trepidante fin de siglo, la libertad, la igualdad y la
fraternidad resumían las pretensiones de una sociedad cansada de la división social construida
desde la fe, la inmovilidad de las clases y el dogmatismo. Las élites emergentes aprovecharon
las ideas de los hombres de la filosofía y de la ciencia para desarticular parte de la estructura
construida por la élite política gobernante y por la jerarquía eclesiástica institucionalizada.
De aquel tiempo a nuestros días, el mundo vio cómo los grupos emergentes,
agrupados por la posesión de riqueza -de los medios de producción, diría Marx-, sustituyeron
lentamente a la nobleza y a la fe para dar lugar a un sistema social que abrió las puertas a la
movilidad social y a la razón; de ahí que la fraternidad se sustituyera por la justicia como el
tercer valor supremo.
De alguna manera la subsistencia de varias monarquías en el mundo es el reflejo de
la ausencia de mecanismos para la satisfacción de necesidades y acceso igualitario a mejores
condiciones de vida para todas las personas. Incluso, en países como México, la élite en el
poder público ha empezado a obstaculizar el acceso a los puestos de elección popular al dar el
primer paso hacia un sistema reeleccionista.
Además de este cambio, ¿hay una crisis en el sistema social contemporáneooccidental? La crisis ambiental y de salud, ¿indican algo?
En este documento pretendo reflexionar sobre la libertad, en un mundo en crisis,
devastado, semidestruido, donde la gente intenta sobrevivir una etapa sanitaria
deplorablemente manejada por las élites.