dc.description.abstract | Chiapas es un lugar con ecosistemas diversos y con una geografía accidentada en
la cual existe una proliferación de cuevas; muchas de estas han tenido a lo largo de
la historia actividad humana, y muchas aún siguen teniéndolo.
Uno de las grandes y maravillosas características de algunas cuevas de Chiapas
es que estas son propicias para la conservación de materiales que en contextos
arqueológicos normales no existen. El clima seco que algunas de estas cuevas
poseen nos da la oportunidad de estudiar materiales que en otras circunstancias no
es posible. El encontrar materiales orgánicos en buen estado, sea textiles con
motivos pintados, cestería o incluso artefactos de madera, da una muestra de otros
objetos que eran utilizados dentro de los ajuares ceremoniales y domésticos en la
época prehispánica.
Así mismo, las cuevas se han usado a lo largo del tiempo como refugio, lugar de
rituales, almacenamiento, etc. Por lo cual, este trabajo se centra en las actividades
que pudieron darse en las cuevas El Tapesco del Diablo y El Lazo, ubicadas en los
acantilados del Río La Venta, así como las cuevas de La Garrafa, localizadas en el
municipio de Siltepec, analizando los materiales arqueológicos cerámicos y otros
encontrados en ellas que aportan información sobre dichas actividades.
Por tanto, el presente trabajo de tesis, inscrito en el análisis de áreas de actividad,
dará cuenta de las interpretaciones y propuesta de funcionalidad anteriores que se
han dado para dichas cuevas, contrastándolas con los resultados de una revisión
cuidadosa de los materiales arqueológicos de esos espacios, resguardados por el
centro INAH Chiapas, o registrados en la documentación respectiva (informes de
temporadas de campo, publicaciones de artículos y tesis, inventarios de los
materiales). Por lo que el objetivo principal sería estudiar la funcionalidad de los
espacios en las tres cuevas, así como de filiación cultural para el caso de las cuevas
de La Garrafa. | es_MX |