Capítulo I: Ingredientes, frutos de mi tierra: maíz, frijol, chile, calabaza y café
Resumen
Un hecho que sin lugar a dudas marcó un antes y un después en la historia de la humanidad fue el descubrimiento de la agricultura. A raíz de este acontecimiento empezaron a surgir cambios en la organización social y vida de los pueblos, pasando progresivamente desde recolectores nómadas hasta productores sedentarios, adaptando y modificando su entorno según sus necesidades.
En la región centro y sureste de México y Centroamérica se ubica lo que en la actualidad se conoce como Mesoamérica, en donde se desarrollaron grandes civilizaciones las cuales compartían características similares, entre ellas la alimentación. En los primeros alimentos domesticados y que fueron la base de la alimentación de estas culturas, encontramos el maíz, el frijol y la calabaza (la llamada tríada mesoamericana) y complementaban su dieta con los alimentos que tenían a la mano como frutas, quelites e insectos; cabe recalcar que aunque ya eran pueblos sedentarios conservaron la costumbre de la caza.