“Entre los lugares de memoria” los pueblos de san juan cancuc y santa catarina pantelhó tras la sublevación de los zendales de 1712
Abstract
Abordar el tema de la memoria colectiva “involucra referirse a recuerdos y olvidos, narrativas y actos, silencios y gestos”;1 no obstante, también implica hablar sobre una amplia gama de conocimientos que con el paso del tiempo se van arraigando en la cosmovisión2 de un determinado grupo social. Halbwachs especifica que la memoria es “un lenguaje y significación en el cual un grupo social reconstruye un pasado vivido y experimentado”3 que a su vez se desarrolla en un contexto y que a través de un proceso de adaptación4 va generando un lazo afectivo, que proporciona unidad y sentido a este grupo social. Mediante este proceso, se puede señalar que “están en condiciones de actualizar impresiones o informaciones pasadas, que se imaginan como pasadas”.5 Como bien señala Ibarra, esta memoria colectiva “se expresa y se recrea a partir de las creencias, los mitos, los ritos y los actos litúrgicos celebrados por un determinado grupo que los transmite de generación en generación”.6