Imagen corporal y su impacto en los hábitos alimentarios en pacientes adolescentes del DIF

Date
2025-10-23Author
Domínguez Maza, Ana Belén
Villegas González, Frida Sabina
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La percepción de la imagen corporal está estrechamente vinculada al desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria, incluyendo anorexia nerviosa, bulimia y megarexia. En la adolescencia, una etapa crítica para el desarrollo físico y emocional, estos hábitos están influenciados por factores como la cultura, el entorno y las normas familiares. La nutrición adecuada es vital, pero los adolescentes a menudo enfrentan desafíos relacionados con la imagen corporal, la cual puede impactar su salud mental y sus elecciones alimentarias (Aparicio, Ortega y Terrazas, 2019).
Las repercusiones de una dieta inadecuada impactan significativamente en la autoestima de los jóvenes. Deben enfrentar los estereotipos corporales impuestos tanto por sus compañeros como por la sociedad en general. Estos estándares y expectativas sociales pueden intensificar las inseguridades y contribuir a una imagen corporal distorsionada, exacerbando los desafíos emocionales y psicológicos asociados con una mala alimentación (Hovrud, Simons, y Simons, 2019). Una percepción positiva y realista del propio cuerpo es crucial, ya que una imagen corporal distorsionada puede llevar a comportamientos alimentarios poco saludables y afectar el bienestar general.
El objetivo del presente estudio fue evaluar el impacto en la percepción corporal de adolescentes y cómo esto influye en sus hábitos alimentarios, bienestar emocional y físico en pacientes adolescentes que acudieron al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) ubicado en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
De manera general, los resultados mostraron que las adolescentes mujeres presentaron mayor preocupación por la alimentación y el peso en comparación con los hombres, reflejando una mayor vulnerabilidad hacia conductas alimentarias de riesgo. Además, se observó que, aunque la mayoría de los participantes mantiene un consumo frecuente de alimentos saludables, el consumo diario aún es limitado, mientras que la comida rápida y las bebidas azucaradas siguen siendo frecuentes. Por otro lado, una parte importante de los adolescentes manifestó insatisfacción con su apariencia física, influenciada por la presión social y los estándares de belleza. Finalmente, la intervención educativa con material didáctico mostró un impacto positivo al mejorar la comprensión sobre alimentación saludable y fortalecer la percepción corporal.
Esta investigación fue de tipo de estudio de corte transversal cuantitativo por muestreo estratificado en una población de 50 pacientes de 15 a 18 años de edad, ambos sexos, que acudieron a consulta nutricional.
Body image perception is closely linked to the development of eating disorders, including anorexia nervosa, bulimia, and megarexia. During adolescence, a critical stage for physical and emotional development, these habits are influenced by factors such as culture, environment, and family norms. Proper nutrition is vital, but adolescents often face challenges related to body image, which can impact their mental health and food choices (Aparicio, Ortega, and Terrazas, 2019).The repercussions of an inadequate diet significantly impact the self-esteem of young people. They must face body stereotypes imposed both by their peers and by society in general. These social standards and expectations can intensify insecurities and contribute to a distorted body image, exacerbating the emotional and psychological challenges associated with poor nutrition (Hovrud, Simons, and Simons, 2019). A positive and realistic perception of one's own body is crucial, as a distorted body image can lead to unhealthy eating behaviors and affect overall well-being. The aim of this study was to evaluate the impact on adolescents' body perception and how this influences their eating habits, emotional and physical well-being in adolescent patients who attended the System for the Integral Family Development (DIF) located in the city of Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.In general, the results showed that female adolescents exhibited greater concern about diet and weight compared to males, reflecting a higher vulnerability to risky eating behaviors. Additionally, it was observed that although most participants maintain frequent consumption of healthy foods, daily intake is still limited, while fast food and sugary drinks remain common. On the other hand, a significant portion of adolescents expressed dissatisfaction with their physical appearance, influenced by social pressure and beauty standards. Finally, the educational intervention with didactic materials showed a positive impact by improving understanding of healthy eating and strengthening body image perception. This research was a quantitative cross-sectional study using stratified sampling in a population of 50 patients aged 15 to 18 years, of both sexes who attended a nutritional consultation.

