Chiapas, en láminas de celulosa. Preámbulo para El Último Turquito
Abstract
Miguel Álvarez del Toro, para muchos en la actualidad, quizás es solamente “el señor del zoológico”. El Zoológico Regional ubicado al sureste de Tuxtla Gutiérrez es sin duda el legado tangible y vigente de Don Miguel, un espacio que otrora proporcionó una visión vanguardista por la forma en que la fauna es exhibida, con una colección viva compuesta exclusivamente por especies nativas, en recintos que emulan su hábitat natural, no importando si esto generase frustración en el visitante impaciente y falto de sensibilidad naturalista, que espera encontrar a primer vistazo al bicho en cuestión, para darle una mirada indiferente y avanzar sin más por el sendero para repetir tal acción frente al siguiente recinto. Seguramente que esta situación era lo último que deseara Don Miguel al diseñar el hoy llamado ZooMAT; cualquiera que haya tenido un acerca- miento con la naturaleza, desde la curiosidad y la sensibilidad, sabrá que cada recinto del zoológico es una pequeña gran escuela que merece ser observada por horas, horas y horas… pero, ¿cómo potenciar estas cualidades? Hoy, parece no existir mayor rastro de la vida y obra de Don Miguel y su enorme red de colaboradores; sin embargo, el propio Don Miguel reconocía la importancia de la divulgación del conocimiento científico.