Manual de Prácticas de Calidad del Agua
Abstract
La hidrosfera es un sistema que está constituido por el agua contenida en los océanos, mares, ríos, lagos, agua subterránea, el hielo y la nieve, de esto, el agua en estado líquido ocupa el 71 % de la superficie terrestre, que se distribuye por corrientes saladas y dulces (Vallentyne, 1978). Todas las formas de vida que habitan en la tierra dependen de un compuesto indispensable como lo es el agua el cual funciona como medio de transporte de los nutrientes que requieren tanto los organismos multicelulares más complejos hasta los microorganismos unicelulares que habitan en ambientes acuáticos como los que se distribuyen en ecosistemas terrestres (Hernández, 2010).
El agua es un medio ambiente saludable pero también puede ser el principal vehículo de transmisión de enfermedades, por lo que la falta de servicios de evacuación sanitaria y así como la falta de tratamiento de agua potable para consumo humano mundialmente son una de las causas que provoca la muerte a millones de personas por año (Carrillo-Inungaray et al., 2008).
La calidad del agua se ve afectada por los procesos de degradación de reacciones químicas de metales, nutrientes, erosión de la tierra, cenizas, aguas residuales, residuos potencialmente tóxicos y por la contaminación con microorganismos patógenos provenientes de las heces como las bacterias coliformes, que se usan como el principal indicador biológico de la calidad del agua (Hugges et al., 2005).
El desarrollo de los organismos acuáticos cultivados por el hombre (peces, crustáceos, moluscos, bivalvos, anfibios y microalgas) depende de diversos factores, dentro de los más importantes son los parámetros físicos, químicos y biológicos que determinan la calidad del agua, estos organismos pueden resistir cambios graduales en el medio, pero los cambios bruscos normalmente traen consecuencias graves durante el desarrollo del cultivo (López-Martínez, 2008).