Abstract
La acuicultura a nivel mundial y en México se mantiene en incremento, proporcionando actualmente una tercera parte de producción mundial destinada para consumo humano (FAO., 2012). Esto debido a que la pesca de captura tanto marítima como continental no cubren la demanda requerida por la población, por la sencilla razón que las poblaciones de peces están siendo sobreexplotadas (Goarant et al., 2006).