Abstract
Elaborar distinciones entre las llamadas ciencias duras y blandas resulta útil para reconocer que los asuntos de la naturaleza no son de la misma índole que los humanos. Tal distinción permite, a la vez, separar las dimensiones explicativas que bien pueden ser consideradas como causales en la naturaleza y de comprensión o acuerdo en los asuntos relativos a los seres humanos; así como también reconocer que la elección de alguna de ellas implica per se un tratamiento metodológico específico.