Abstract
Entre los más activos gestores de la independencia en el territorio de la antigua Nueva Galicia, nos encontramos a eclesiásticos y religiosos que fueron capaces de entender las necesidades de libertad de esta nación, buscando evitar el desorden y la masacre. Al mismo tiempo, nos encontramos a grupos emergentes que parapetándose en el ideario de la razón y el progreso, peleaban por imponer sus privilegios económicos y políticos